Financiación

A través de la financiación muchas personas encuentran la solución a la falta de liquidez o de recursos cuando quieren comprar un vehículo, cambiar de vivienda, aportar fondos a su empresa o comenzar un proyecto. Pero ¿qué es la financiación? ¿Cuántos tipos de financiación existen y cómo funcionan?

Hoy te traemos toda la información que responderá a estas preguntas sobre qué es la financiación o financiamiento.

Planta creciendo en vaso de monedas

¿Qué es la financiación?

La financiación es ese proceso a través del cual se consiguen fondos, es decir, se consiguen recursos para poder adquirir productos (un coche nuevo, un electrodoméstico, una casa, etc) o servicios (como pagar la matrícula de un máster o un curso profesional), o para realizar diferentes clases de inversiones (aportar capital a una empresa, por ejemplo).

En resumen: la financiación consiste en conseguir dinero para destinarlo a la compra de bienes o servicios o la realización de una obra o proyecto, así como para saldar deudas.

Sin embargo, antes de buscar financiación debes tener en cuenta que esta forma de obtener dinero suele conllevar el cumplimiento de ciertas obligaciones en el futuro. Un buen ejemplo de ello es la solicitud de un préstamo hipotecario al banco. En este caso, quien ha pedido la hipoteca está obligado a pagar cuotas mensuales hasta saldar por completo su deuda.

En cualquier caso, la financiación es la mejor alternativa que permite a personas y empresas llevar a cabo importantes inversiones, con la posibilidad de devolver el importe poco a poco. Pero no hay que olvidar que un préstamo o crédito conlleva el pago de ciertos intereses, que suponen un coste elevado, y que además hay otros pagos que pueden exigirte para acceder a la financiación. Una entrada, distintas comisiones, o las penalizaciones son ejemplos del contenido que los clientes pueden encontrar en los contratos, a los que hay que prestar atención.

Tipos de financiación

Existen diferentes clases de financiamiento en el mercado, que se pueden clasificar dependiendo de los criterios a los que atienda su diferenciación.

Financiación según su periodo de devolución

Financiación a corto plazo:

El periodo de devolución del préstamo es igual o menor a un año. En estos casos, los préstamos no suelen consistir en grandes cantidades de dinero.

Un buen ejemplo de este tipo de financiación es el préstamo que se solicita para comprar algún vehículo, para pagar a los proveedores en tu negocio o hacer frente a pagos acumulados.

Financiación a largo plazo:

En estos casos, el periodo de tiempo para devolver el dinero prestado es bastante largo, estamos hablando de años, pudiendo alcanzar incluso varias décadas. En cualquier caso, se considerará que la financiación es de duración a largo plazo cuando el periodo de tiempo sea superior al año.

Estos préstamos suelen solicitarse para poder pagar grandes cantidades de dinero. Un buen ejemplo de este tipo de financiación son los préstamos hipotecarios, para comprar un bien de gran valor como es una vivienda, comprar un automóvil de alta gama, o comprar un local para tu negocio.

Financiación según su procedencia

Financiación propia o interna:

La financiación propia es aquella que consiste en fondos propios, es decir, en el ámbito empresarial estamos hablando del capital aportado por los propios socios o inversionistas de una entidad en forma de capital social. Mientras que a nivel particular serían los ahorros de las personas.

Así, son los socios los que aportarán el capital social de la empresa en el momento de constituir una sociedad y apuntarla en el Registro Mercantil. No obstante, también se incluye dentro de la financiación interna los beneficios e intereses que la entidad genera a través de su actividad empresarial, ya que parte de estos pasarán a formar parte del contenido de las reservas legales y voluntarias o del balance de la sociedad.

Financiación ajena o externa:

La financiación ajena o externa es la manera de financiamiento que se basa en fondos que provienen de fuentes externas a la empresa o persona, es decir, financiación bancaria, la que se obtiene mediante organismos públicos, mediante otras entidades o mediante mercados organizados.

Este tipo de financiación es también conocida como deuda y especialmente popular, no solo entre las sociedades, sino también entre los particulares. Cuando se barajan proyectos de negocio, la compra de productos de alta gama o algo que suponga una gran cantidad de dinero, son claros casos en lo que buscar crédito.

Cómo cubrir las necesidades de financiamiento externo

Dentro de la financiación ajena o externa encontramos diferentes vías de financiamientos alternativas. Teniendo en cuenta que la mayor parte de los productos de financiación provienen de entidades bancarias, o de crédito, cajas de ahorro y montes de piedad, algunas de las más importantes son las siguientes:

Préstamos bancarios

Existen muchos tipos de préstamos. Su principal características es que sus clientes pagan cuotas mensuales e intereses

Así pues los bancos ofrecen los siguientes tipos de préstamos bancarios:

Préstamo Personal

Se trata de un tipo de préstamo solicitado para cubrir necesidades de liquidez específicas y en un determinado momento. Suelen ser de cantidades pequeñas para hacer un viaje, pagar una boda, etc. Cada vez más clientes de las sucursales acuden a estos préstamos bancarios para cubrir estas necesidades. Normalmente tienen una duración corta en sintonía con el menor importe prestado.

Préstamo al consumo

Estos productos se suelen utilizar para financiar productos o servicios duraderos. La compra de un coche, un electrodoméstico o incluso financiar móviles. Son préstamos de cantidades más bien bajas a devolver en espacios breves de tiempo. Son, también, productos de gran demanda y utilizados por la sociedad actual.

Préstamo de estudios

Esta forma de conseguir crédito es bastante desconocida en nuestro país, mientras que en países como Reino Unido y Estados Unidos son productos muy comunes. Como su propio nombre indica, estos préstamos para estudiantes son productos para conseguir financiamiento para cursos, becas o tasas de estudio y facilitar la formación académica.

Préstamo hipotecario

Se trata de un préstamo garantizado por algún bien o un bien inmueble, denominado hipoteca. A cambio de los fondos recibidos el banco obtiene la promesa de ese comprador de devolver los fondos dentro de un cierto período de tiempo por un determinado costo.

La hipoteca es legalmente vinculante y da la seguridad de tener un reclamo legal contra la casa del deudor si este no cumple con los términos del contrato hipotecario. Básicamente, el deudor tiene la propiedad de la vivienda, pero el prestamista es quien la posee hasta que el otro cumpla con su obligación.

Préstamo a empresa

Un préstamo para empresa tiene como objetivo financiar un negocio, como conseguir recursos como gran maquinaria, reformar etc., y pueden ser utilizados como método de financiación de proyectos enteros para medio-largo plazo, como para momentos en los que necesites una inyección de capital.

Leasing financiero

Este tipo de financiación tiene tres participantes. El arrendador, que es la sociedad de leasing; el arrendatario, que es la empresa que suscribe el contrato de leasing; y el distribuidor, que es la empresa que suministra el bien. A cambio del bien, se paga una cuota mensual durante el tiempo de vigencia del contrato, de 2 a 6 años para bienes muebles (un coche, por ejemplo), o de 10 años para bienes inmuebles.

Contrato de renting

Muy parecido al anterior, el renting carece de distribuidor. Es la misma entidad de renting la que pone a disposición del arrendatario el artículo en cuestión. Los plazos para devolver el importe son inferiores que en leasing, pero siempre superiores a 1 año, por lo que se trata de financiación a largo plazo.

La financiación es una de las mejores maneras de disponer del capital necesario para invertir en artículos de consumo o de primera necesidad como una vivienda o en un proyecto que, en el futuro, dará beneficios.