Pedir dinero prestado

No es tan raro que en una situación concreta alguien cercano te haya pedido que le ayudes financieramente con un pequeño (o no tan pequeño) préstamo. O puede que hayas sido tú quién haya tenido que recurrir a tus amistades o los miembros de tu familia en busca de una cantidad de dinero, para pagar el alquiler o hacer cualquier otro pago, por ejemplo.

A continuación vamos a abordar el tema de pedir dinero prestado a un amigo o a la familia, como forma de buscar financiación.

Pedir un préstamo a una persona

Si alguna vez has necesitado conseguir una cantidad de dinero, el recurso más sencillo que se te ha podido ocurrir es pedir dinero prestado a un amigo o familiar.

Aunque usar la tarjeta de crédito o pedir préstamos a los bancos es la forma más profesional de obtener el importe que se necesite, los estrictos requisitos para la devolución de estos productos financieros, puede que supongan un problema para ti.

Pedir dinero prestado a familiares y amigos puede ser un modo rápido y fácil de conseguir el dinero, pero esta manera tienen tantos inconvenientes como ventajas.

Las ventajas de pedir dinero prestado a un amigo o a la familia

Aunque tener que pedir dinero prestado a las personas más cercanas a ti no sea fácil, tiene una serie de ventajas que hacen que sea una forma de acceder al dinero muy atractiva.

Cuando pides una cantidad de dinero prestada a un amigo, no hay intereses que se apliquen, o si los hay serán más bajos que los del mercado. A diferencia de las entidades financieras, que tienen ánimo de lucro, tus familiares y amigos te prestan dinero como un favor personal. Por esta razón, en la mayoría de los casos no te piden ninguna tasa de interés, o si lo hacen es un tipo pequeño, destinado a compensar las molestias y a animarles a que te hagan un pequeño préstamo.

No hay un estudio crediticio, ni petición de garantías. Un banco analizaría tu situación financiera sin miramientos, basándose en criterios objetivos como tu estado patrimonial, tu historial crediticio, tus ingresos de trabajo, y elementos similares. Mientras que la decisión de los amigos y de la familia de dejarte dinero, se basa en el amor y en el deseo de ayudar a alguien próximo que lo necesita.

Además, otra ventaja de pedir dinero prestado a una amistad es que las condiciones de devolución son más flexibles. Si tienes que devolver el dinero antes, un familiar o un amigo no te va a cobrar intereses o comisiones por devolución anticipada. Y si llegado al momento del cumplimiento del plazo aun no puedes pagar, normalmente tus seres queridos serán más flexibles, y te darán facilidades para devolver el dinero cómo y cuándo puedas.

Una ventaja añadida es que, como el préstamo se basa en la confianza mutua, en muchas ocasiones no se formaliza ningún contrato, por lo que también ahorras este gasto. De todas formas, si quieres hacer las cosas bien, y dar una muestra de la seriedad con la que te tomas pedir prestado dinero, nunca viene mal firmar algún tipo de acuerdo, cuyo contenido deje toda la información clara entre ambas partes.

Las desventajas de pedir dinero prestado a un amigo o a la familia

Junto con las ventajas de pedir dinero prestado a las amistades y a la familia, como cabía de esperar, también existen varias desventajas o inconvenientes, tanto para el prestamista como para el prestatario:

  1. Cambian los términos de la relación

La persona que te ha prestado dinero ya no es solamente un amigo, o un familiar. Es la persona a la que debes dinero. Si esa persona es flexible y comprensiva, y nunca te hace sentir que le debes algo, y tú tampoco te sientes obligado, la relación poco cambiará.

Pero, como ocurre la mayoría de las veces, alguna de las dos personas, o ambas, notarán un cambio en la relación. En el peor de los casos, puede ocurrir que quien te haya prestado el dinero te haga comentarios sobre tu modo de vida, que pueden implicar que están juzgando cómo administras tu dinero. Por ejemplo una frase inocente como «¿Así que saliste a cenar?», se puede interpretar como «Te has ido de cena con mi dinero”.

  1. Puede destruir una amistad

La relación de amistad se puede deteriorar muy rápidamente. Si la persona que te ha prestado el dinero comienza a involucrarse en como llevas tu vida como en el ejemplo anterior, o si no eres capaz de devolver el dinero como tenías previsto, la relación se torcerá entre ese amigo y tú.

Cuando se trata de la familia es diferente. Aunque haya problemas, discutáis y os dejéis de hablar durante un tiempo, con el tiempo es posible que la situación vuelva a ser como antes.

  1. Puede afectar la relación de pareja

Cuando tienes pareja, y te ves en la necesidad de pedir dinero, las cosas se pueden complicar aún más. Si la que prestó el dinero es tu familia, puede que tu pareja se sienta incómoda con ellos y te presione para devolver la cantidad cuanto antes. O si por el contrario, si la que te hizo el favor es su familia, entonces tú puedes ser quien sienta esa incomodidad.

¿Cómo pedir dinero prestado a un amigo o a un familiar?

Los temas de dinero son asuntos serios. Igual que tú tienes deudas o una necesidad, tienes que ser consciente de que la persona a quien te estás dirigiendo normalmente ha trabajado duro para conseguir sus ahorros. Por lo tanto, pide el dinero de forma respetuosa.

Para ayudarte a que te sea más fácil, te damos una serie de consejos para pedir un préstamo a un miembro de la familia, a un amigo o a cualquier persona que no sea un profesional del sector financiero.

Ser honesto sobre la situación y el riesgo de no poder pagar

No hagas falsas promesas, ni mientas sobre tu capacidad para devolver lo prestado, solo por conseguir el dinero. Recuerda que quien te vaya a prestar el dinero es alguien importante en tu vida (un miembro de tu familia o uno de tus mejores amigos), y piensa en las consecuencias a largo plazo de tus actos.

En especial, no pidas prestado si sabes que te va a resultar imposible devolverlo, sé claro y pide un donativo o regalo. Tus familiares y amigos posiblemente te ayuden de todas formas, y preferirán saber la verdad antes que sentirse engañados.

Explicar claramente para qué se va a usar el dinero

Explica claramente cuales son tus objetivos a corto y medio plazo. Además, el prestamista o persona que te va a prestar el dinero merece que le expliques para que vas a usar el dinero.

Es recomendable explicar cómo vas a cambiar tu situación para devolverle el dinero, reduciendo gastos, aumentando ingresos, o ambos. Muchas personas cercanas no querrán escuchar eso, simplemente querrán ayudarte y nada más, pero es bueno que estés preparado para dar explicaciones y mostrar que has pensado muy bien lo que vas a hacer.

Ser flexible y adaptarse a las respuestas

Si quieres pedir dinero a familiares o amigos, tienes que ser flexible. Si dices que necesitas 3.000€ y te responden que no te pueden dejar todo y solo te pueden prestar 500€, no intentes negociar como si estuvieras en un comercio. No solo te arriesgas a no conseguir nada, sino que podrías dañar la relación.

Coge el dinero que te ofrezcan, siempre te servirá de algo. Quizás tengas que pedir a más personas, pero siempre respeta la decisión de quien te esté ayudando (o se niegue a hacerlo), está en su derecho.

Esfuérzate para devolver el dinero lo antes posible

Que te dejen dinero es una gran prueba confianza, y tienes la obligación ética y moral de hacer todo lo que esté en tu mano para devolver el dinero, y hacerlo cuanto antes, mejor.

Considera el préstamo de un miembro de la familia o un amigo como si fuera una obligación con el banco, trátalo con la misma o más importancia que si te hubieras hipotecado, aunque en realidad tengas más flexibilidad y margen. Es la mejor forma de conservar las amistades y las buenas relaciones con la familia.

Formalizar un documento, si necesario

Si quieres que el préstamo sea lo más claro posible, establece un contrato. Ten en cuenta que ese formalismo implicará que tendrás que responder por tus deudas, casi de la misma forma que si hubieras firmado un préstamo con una entidad de crédito. Pero también es una forma de demostrar que vas en serio.

Más adelante te explicamos los pasos para formalizar uno de estos préstamos entre particulares, y contestamos a las preguntas más comunes sobre ellos.

Cómo prestarse dinero entre personas cercanas

Antes de intentar formalizar un acuerdo de préstamo con tu familiar o amigo, hay que tener en cuenta de qué estamos hablando. No quieres mezclar conceptos, que sí bien son similares, nada tienen que ver:

  • Un préstamo entre conocidos no es un regalo o una donación. Que un familiar o un amigo al que le has pedido el préstamo de cierta cantidad, espere que se lo devuelvas, pero no te exija intereses o te imponga un plazo, no significa que te lo haya regalado. El préstamo se basa en la confianza, por lo que si se trata de una cantidad importante de dinero, lo mejor es firmar algún tipo de acuerdo.
  • Tampoco nos referimos a los pequeños micropréstamos que muchas veces tienen más de donación que de otra cosa, por el poco dinero que supone. ¿Cuántas veces no habrás oído o dicho la frase «ya me lo devolverás cuando puedas»?. Si el dinero que se entrega es de una cantidad considerable, y no se espera su devolución, tendría que considerarse donación y justificarlo ante Hacienda.

Préstamos entre particulares

Si quieres que el préstamo que te de un familiar o amigo, o que le has hecho a tu ser querido se formalice, tendrás que hacer un préstamo entre particulares.

Los préstamos entre particulares son todos los que conceden personas físicas en vez de empresas como bancos o financieras. Este tipo de créditos están permitidos, son legales y están regulados por la Ley de Contratos de Crédito al Consumo, como ocurre con los préstamos bancarios, pero a diferencia de estos, no están avalados por el Banco de España.

Una vez tenemos claro que lo que queremos hacer es un verdadero préstamo entre particulares, es decir, la cesión de capitales propios a un tercero, pero con la obligación de devolverlos, hay que tener clara la siguiente información de la operación:

  • Las partes que intervienen en la operación: el prestamista es quien presta, y el prestatario quien recibe y está obligado a devolver el dinero. También puede aparecer la figura del aval o posibles garantes a título personal (en los préstamos entre particulares no suele ser frecuente usar un inmueble o un coche como garantía).
  • La cantidad que se presta. Dejar claro desde el principio el importe de la deuda es clave para evitar malos entendidos en el futuro.
  • El plazo de devolución, así como la forma en que se va a realizar el pago (todo junto al final, en cuotas mensuales, etc.).
  • Los intereses o comisiones que se cobren. Al pedir prestado a un conocido, normalmente no se pide ningún tipo de tasas de interés o comisiones, pero cabe la posibilidad de hacerlo, en cuyo caso también se deben plasmar en el contrato.

¿Con qué hay que tener cuidado?

Si te preguntas por qué hace falta ser tan cuidadoso con un préstamo entre personas que se conocen y que tienen una relación de confianza, a continuación te damos buenas razones:

  • Para evitar que Hacienda considere que se está haciendo una donación. Si la Agencia Tributaria cataloga el préstamo como donación (por no pedir que se devuelva, por ejemplo), estará sujeto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, con la consiguiente factura fiscal, agravada en muchas ocasiones por el olvido de no liquidarla.
  • Llegado el hipotético caso en que no se devuelve el dinero, por muchas facilidades y oportunidades que se den, formalizar un acuerdo sirve para poder reclamar judicial o extrajudicialmente, las cantidades adeudadas.
  • Para explicar los movimientos de fondos que va a haber en las cuentas, tuyas y el prestamista, por lo que es muy útil tener documentado todo ante cualquier requerimiento de una Administración Publica o de un Juzgado.

Cómo hacer un contrato de un préstamo entre particulares

Es recomendable hacer un contrato entre particulares para evitar futuros problemas, pero además, será necesario para poder presentarlo ante la Agencia Tributaria. De esta forma se evitan las donaciones encubiertas entre miembros de una misma familia y, a nivel particular, sirven para tener en claras todas las condiciones del préstamo de dinero.

Puedes redactar tú mismo el contrato, ya que al ser entre particulares no es necesario presentar una escritura pública validada por un notario. Eso sí, tienes que respetar el contenido de estos contratos de préstamo.

Datos que se deben incluir

Aunque ya hemos apuntado antes el contenido básico de estos préstamos, queremos dejar claro los datos que se deben incluir:

  • Datos personales del prestamista (la persona que concede el dinero).
  • Datos personales del prestatario (la persona que recibe el dinero).
  • Importe del préstamo personal.
  • Tasa de Interés del crédito.
  • Si el préstamo es gratis, también deberá quedar por escrito.
  • Comisiones y otros gastos derivados.
  • Duración de préstamo, es decir, plazo de reembolso y cuotas.
  • Otras posibilidades de reembolso como si será posible devolverlo antes de tiempo o en un plazo más largo del original (y sus posibles costes).
  • Protocolo y responsabilidades en caso de impago.
  • Aval o garantía si fuese necesario.

Siempre que el acuerdo tenga estos datos será valido y lo podrás hacer tú mismo junto a la otra parte, aunque también es posible descargar algún modelo de este tipo de préstamos de algún sitio web o pagar a un abogado para que lo redacte.

¿A quién se le puede pedir un préstamo?

Generalmente, pedir dinero a un particular es algo que se hace a través de la confianza, por lo que siempre se suele pedir a:

  • Miembros de la familia.
  • Amigos cercanos.
  • Pareja

Aunque también cabe la posibilidad de hacer la solicitud a personas particulares desconocidas. En más de un sitio web encontrarás este tipo de oferta, por las que muchos usuarios se decantan cuando no pueden obtener préstamos por otros medios. No obstante, es importante que tengas cuidado y no corras riesgos contactando con desconocidos.

Si te preguntas si se puede pedir o dar un préstamo sin intereses a un miembro de la familia, la respuesta es: sí. No pasa nada porque un familiar te haga un préstamo o se lo hagas tú, sin cobrar tasas de interés ni comisiones. De hecho, es la modalidad más común cuando se hace un préstamo entre particulares conocidos. A los ojos de la Agencia Tributaria, siempre que se presente el modelo 600, no pondrá ninguna pega a que el crédito sea gratis, sin tasas de interés.

Ten cuidado, si prestas una cantidad de dinero a la familia y decides cobrarles algún tipo de interés, aunque el proceso es igual que si fuese sin tasas de interés, estos tributarán como «Rendimiento de Capital Mobiliario» y deberás declararlos en la declaración de la renta.

Cómo hacer un contrato de préstamo entre particulares

Una pregunta habitual es si es necesario que haya un tipo de interés en los contratos entre particulares, entre miembros de la familia o amigos. La respuesta es no, pueden ser préstamos gratuitos, eso sí, tendrás que seguir prestando atención a toda la normativa relacionada con las operaciones vinculadas.

La otra pregunta habitual es si debe firmarse en documento público, en una escritura notarial, o vale con un documento privado. Lo cierto es que no es necesario que sea en escritura, pero suele ser recomendable, ya que de esta forma podrás contar con el asesoramiento notarial, los modelos de préstamo que éste puede aportar, etc.

Además, el hacerlo en documento público tiene otras ventajas:

  • De cara a posibles reclamaciones, es más fácil contar con una escritura pública para empezar en los juzgados.
  • Da fe de la identidad de las partes, sus manifestaciones y lo que es muy importante, la fecha.

El tema de la fecha es importante, para poder acreditarlo ante Hacienda y ante terceros, pero si se hace en documento privado, podrás constatar la fecha si lo presentas ante la Oficina Liquidadora de Hacienda Autonómica.

Aunque estás obligado a ello, no te preocupes, que estos préstamos están exentos del Impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados, por lo que es un mero trámite, obligado, pero trámite sin coste.

Un consejo adicional es que junto con el préstamo guardes toda la documentación de los medios por los que haces el pago del préstamo (una copia de la trasferencia, del ingreso en cuenta, de un cheque bancario), lo que siempre será mejor que una entrega en efectivo.

Alternativas a pedir un préstamo entre particulares

Pedir dinero a un familiar o a un amigo de toda la vida no siempre es fácil, aunque no tiene por qué ser la única manera de obtener el dinero que buscas. Existe la posibilidad de obtener financiación a través de entidades crediticias o bancos.

Tarjeta de crédito

De hecho, la línea de crédito a la que tienes acceso con tu tarjeta de crédito es un modo excelente de hacer aquel pago que no puede posponerse. Pero ten en cuenta que el plazo para reponer la cantidad de dinero es más corto, y que se pueden aplicar tasas de interés de demora si te atrasas en el pago.

Lee bien la información de las ofertas de los bancos sobre tarjetas de crédito, pues condiciones tan importantes como la tasa de interés o el límite máximo que puedes usar, son datos a tener en cuenta.

Préstamos pignoraticios

En los préstamos pignoraticios, el dinero no lo prestas tú, sino que lo va a prestar un banco, en las condiciones que acuerdes. En estos casos, el potencial prestamista (que no va a serlo realmente) pone como garantía del préstamo un depósito, que también puede ser un objeto, una obra de arte, o algo por idéntico importe de préstamo.

El banco cobra el préstamo como cualquier otro, y en el caso de que se se deje de pagar puede ejecutar la garantía cancelando el préstamo restante contra el depósito. También se encarga de toda la documentación y la mecánica de cobros del préstamo, y tú puedes desentenderte, aunque luego puedas aprovecharla, si por ejemplo el prestatario deja de pagar.