Préstamos a 10 años

Cuando estás ante la necesidad de tener que pedir financiación para solucionar una mala situación económica, para hacer una inversión, para cumplir tus sueños o para adquirir un producto, el primer paso es estudiar tu situación financiera. Esto te permitirá saber si estas en situación de solicitar un crédito, cuánto dinero necesitas y en cuánto tiempo podrías devolverlo.

Los préstamos a largo plazo son una perfecta solución que ofrecen los bancos para solicitar un importe más elevado de financiación y no preocuparte por tener que devolverlo pronto. Dispondrás, en algunos casos de hasta 10 años, y los intereses que pagarás serán de acuerdo al importe y a las cuotas que elijas.

Pues bien, a continuación te contamos todo lo que te interesa sobre la financiación que puedes pedir a 10 años.

Mano sujetando un reloj

¿Cuándo pedir un préstamo a 10 años?

Solicitar un préstamo a 10 años no es ninguna tontería, por lo que desde Prestayuda recomendamos que lo hagas cuando se trate de montos muy elevados, como mínimo a partir de los 20.000 o 30.000 euros.

El tipo de préstamo a 10 años más habitual son los créditos hipotecarios, o los préstamos para iniciar una empresa o empresas con necesidad de financiación, debido a que las cantidades de este tipo de créditos son mucho más elevadas que en la mayoría de los casos, y se han realizado antes estudios sobre la solvencia y un plan de financiación para emplear de forma correcta el monto.

Las entidades que ofrecen préstamos a tan largo plazo, antes quieren asegurarse que serás capaz de realizar la devolución total del préstamo, por lo que los requisitos será exigentes y concretos.

Por lo general los requisitos que se piden a los clientes de los bancos, para acceder a estos préstamos serán:

  • Ser mayor de 25 años y tener menos de 65 años.
  • Tener una situación laboral estable y con 2 años mínimos de antigüedad, deberás aportar tu nómina para demostrarlo.
  • Disponer de un aval o un bien que garantice el pago te facilitará la concesión del préstamo.
  • Un comportamiento de pago y un historial crediticio positivo serán vitales, es decir no aparecer en ninguna lista de morosos.

Cada entidad aplica los requisitos que cree conveniente para asegurarse que eres capaz y tienes solvencia económica suficiente para hacer frente a un préstamo a 10 años.

Tipos de préstamos personales a 10 años

En el mundo financiero existe una oferta muy amplia de productos de financiamiento y contiene multitud de posibilidades que es conveniente someter a análisis antes de solicitar un préstamo a 10 años. Dado que se trata de un compromiso a largo plazo es importante que estés seguro de que estas eligiendo una de las mejores ofertas de préstamos personales.

Para ello, es recomendable utilizar un comparador o un simulador de préstamos personales que analice tu situación financiera y te muestre las entidades que mejor se adaptan a ti. De esta forma, evitarás perder el tiempo visitando las oficinas de los bancos que no te convienen y encontrarás un préstamo personal ajustado a tus necesidades.

Préstamo con garantía hipotecaria

Este tipo de préstamo personal también conocido como préstamo con aval hipotecario, es un tipo de financiación en la que una entidad financiera de capital privado entrega un importe prestado a un cliente con la condición de que éste aporte una propiedad (piso, casa, nave, local…) como aval. Y este aval debe ser un inmueble que no tenga ninguna carga económica o que tenga al menos el 80% de la hipoteca anterior ya pagada.

Los préstamos con aval hipotecario son una opción de crédito y financiación a las entidades bancarias convencionales ya que las entidades financieras de capital privado suelen tener requisitos y condiciones más flexibles.

Tipos de interés en un préstamo con aval hipotecario

Los tipos de interés que se aplican en un préstamo con aval hipotecario son más altos que los de los préstamos bancarios convencionales. Estos son los dos tipos de intereses que se aplican:

  • TIN: Tasa de Interés Nominal que supone el porcentaje fijo a pagar por el capital prestado por la financiera. Generalmente en este tipo de préstamo personal se puede encontrar el TIN desde 8,90%.
  • TAE: Tasa Anual Equivalente, es el interés que tiene en cuenta tanto TIN, como el plazo de devolución y los gastos adicionales que tenga el préstamo. Fijarse en la TAE puede dar una idea más correcta de cuál será el coste total de la financiación. En estos préstamos podemos encontrar una TAE desde 3% hasta el 28%.
Gastos y comisiones de un préstamo con aval hipotecario

Presta atención a estos gastos adicionales y comisiones al contratar uno de estos préstamos:

  • Comisión de apertura: Es la comisión que te va a cobrar la financiera en concepto de los costes por las gestiones y transacciones de contratación del préstamo.
  • Comisión por desistimiento parcial o total: Es una comisión que se puede cobrar en caso de que el cliente desee hacer la cancelación de una parte o de la totalidad del préstamo personal.
  • Comisión por subrogación: Es la comisión que cobra la financiera en caso de que se quiera cambiar de deudor o prestamista. Es decir en caso de cambiar el préstamo de financiera o de cambiar el titular del préstamo se pagaría esta comisión.
  • Comisión por novación: Si se cambia alguna de las condiciones iniciales del préstamo, la entidad también podría cobrar esta comisión.
  • Gastos de la tasación: En un préstamo con aval hipotecario el solicitante debe hacerse cargo de los costes que conlleve la tasación del inmueble.

Préstamo para reunificar deudas

La reunificación de importes adeudados consiste en agrupar todos los préstamos o créditos que se tengan pendientes en un solo producto financiero. Así, consigues una mayor comodidad a la hora de devolver lo que debes porque pagas una única cuota, más reducida, en lugar de hacer varios pagos de diferentes préstamos.

A continuación te mostramos los pasos para reunificar los préstamos y créditos que todavía tienes que devolver:

  • Reúne hasta la última deuda pendiente, desde un crédito de 500€ hasta la hipoteca de tu vivienda.
  • Haz la solicitud con una financiera o un banco que te haga la oferta de reunificar los importes adeudados.
  • Aporta documentación y un avalista o aval hipotecario, si fuera necesario.
  • Deja que la entidad liquide lo que debes por ti.
  • Paga una sola cuota inferior del nuevo préstamo.
Tipos de préstamos para reunificar en una única deuda

Existen dos productos financieros con los que se puede conseguir pagar una sola cuota:

  • Préstamo personal sin aval: especialmente indicado para el cliente con un perfil con buen historial de pagos, que no está en ningún registro de morosos, como ASNEF o RAI y cuyo importe a devolver no sea demasiado alto.
  • Préstamo con aval hipotecario: cuando el usuario del préstamo debe mucho dinero, y ya no puede afrontar más cada cuota, o está en listas de morosidad, es posible que deba acudir a un préstamo con aval hipotecario para poder gestionar la deuda.
Características de los préstamos para reunificar deudas

Las condiciones generales de estos préstamos personales que unifican en una sola deuda todos tus préstamos y créditos son:

  • TAE máxima entre el 3% y el 28%.
  • Plazos de devolución entre 1 año y 7 años.
  • Liquidez para reunificación sin aval: entre préstamos 1.000 euros y 40.000 €.
  • Liquidez para reunificación con aval: entre 8.000 euros y hasta el 40% del valor del aval hipotecario.
Gastos y comisiones de los préstamos para reunificar deudas

En cuanto a los gastos y comisiones por solicitar un préstamo de esta clase también difieren según la entidad a la que se solicite el préstamo, y dependerán de las comisiones que pueden derivarse de los préstamos y créditos que ya se tenían antes.

Las comisiones y gastos más comunes son:

  • Comisiones por cancelación anticipada en algunas entidades (desistimiento total o parcial).
  • Costes de tasación de la casa si la aportamos como aval.
  • Intereses de demora si te atrasas en el pago de alguna cuota.
  • Comisión por subrogación, si cambiamos de banco o de titular.
  • Comisión por novación, si cambiamos las condiciones del préstamos

Préstamo personal online

Los préstamos personales online son un tipo de financiación que encontrarás en el mercado financiero, en los que una entidad financiera presta un importe a un solicitante a cambio de unos intereses.

El banco concede una cantidad concreta de dinero, a cambio de unas condiciones, como que tendrá que ser devuelto mediante cuotas mensuales en las que se incluyen las cantidades correspondientes al tipo de interés (TIN) aplicado, que se devengarán mientras dure el préstamo personal.

Las entidades financieras hacen un análisis del perfil económico de cada usuario para determinar cuál es su capacidad económica y de pago y decidir si es viable dar la aprobación a la financiación o no.

Habitualmente en los préstamos personales online, la respuesta a la solicitud de financiación suele ser rápida. De esta forma, en unas 24 horas la operación está en marcha, junto con el proceso de ingresar el dinero en la cuenta del solicitante.

Una vez aprobado el préstamo personal online y se entregue la documentación necesaria, la entidad financiera ingresa el importe prestado en la cuenta del solicitante. A partir de este momento el solicitante tiene la obligación de devolver el dinero prestado junto con los intereses en cada cuota mensual, que se acordaron de antemano.

Aspectos en los que tienes que fijarte al pedir un préstamo personal online

Es importante conocer toda la información para determinar si un préstamo personal online es adecuado para tu capacidad económica y para lo que tu necesitas:

  • Importe mínimo y máximo: Comprobar que este importe se ajusta a lo que necesitas te ayudará a descartar y orientar mejor tu búsqueda para solicitar un préstamo personal online.
  • Plazo de devolución: Escoger un plazo que te permita obtener una cuota mensual cómoda y adaptada a tu capacidad económica será clave para asegurarte de que podrás afrontar de forma responsable los pagos del préstamo personal online.
  • Tipo de interés: Debes analizar muy bien el TIN y la TAE para encontrar las mejores ofertas en préstamos online con un coste más barato. Es importante sobre todo que analices la TAE (Tasa Anual Equivalente) ya que ésta incluye el interés que se aplica al importe prestado así como otros posibles costes o gastos adicionales de la operación.
  • Comisiones y gastos adicionales: Es posible encontrar algún préstamo personal online sin comisiones (de apertura u otras) o con muy bajas comisiones, por ello es recomendable que te fijes en éste aspecto. Las comisiones y otros gastos podrían encarecer de manera considerable el coste de este producto financiero.

Préstamo para empresas

Los préstamos para empresas son un ejemplo de financiación orientada a las empresas, autónomos o emprendedores que desean realizar algún tipo de inversión u obtener liquidez para su negocio. Los préstamos a empresas tienen como finalidad promover el desarrollo de la empresa o negocio, ya sea invirtiendo en bienes, pagar a proveedores, comprar materiales, comprar un local, etc.

La empresa o PYME solicita financiamiento a una entidad bancaria o financiera, ya sea de manera física en una oficina, o a través de préstamos online para empresas. Una vez realizada la solicitud, la entidad financiera realiza un estudio de la solvencia del negocio mediante la información sobre los ingresos y beneficios obtenidos en un período reciente.

Además, se deberá justificar la finalidad es el préstamo, ya que es un requisito necesario para que el banco pueda conceder el crédito. Se acordará un plazo para devolver la cuantía adeudada entre el banco y el empresario, que será el plazo en el cual deberá ser devuelto el importe acordado.

Ventajas e inconvenientes de un préstamo a 10 años

Estos préstamos te ofrecen un gran número de beneficios que es importante que conozcas:

  • Comodidad. El plazo hasta la cancelación del importe y la cuota mensual que pagarás estarán más ajustadas a tu situación.
  • Renegociación. Si deseas realizar una nueva negociación de las condiciones del contrato, será mucho más fácil si ya han pasado 6 o 7 años
  • Cuota mensual reducida. La cuota mensual que resulta de dividirse en 10 años, puede ser incluso menor que la cuota mensual del pago de un alquiler.
  • Accesibilidad. Podrás acceder al importe que necesitas para la inversión o el proyecto que tengas en mente.

Pero claro, todas estas ventajas implican como consecuencia unas cuantas desventajas e inconvenientes, por lo que es importante que conozcas las consecuencias de contratar uno de estos productos:

  • Avales y garantías: la entidad financiera o banco exigirá un aval para cubrirse ante cualquier contingencia, teniendo en cuenta el largo periodo que se tiene para devolver.
  • Más dinero a pagar: a mayor plazo más cuotas. La ventaja de diferir el pago en varios años queda reducida porque la cantidad final devuelta es mucho más alta en relación al importe prestado.
  • Gestión más compleja: una relación contractual a largo plazo exige más requisitos formales y gastos.
  • Por otro lado, el mayor riesgo eleva la posibilidad de que se deniegue el dinero.
  • Inestabilidad financiera: la deuda exigible debe mantener una proporción correcta en relación a los fondos propios. Un exceso de deuda a largo plazo complica la estabilidad futura.
  • Un inconveniente adicional es no calcular bien el importe del préstamo para cubrir tus necesidades financieras porque cada euro devenga intereses y comisiones durante todo el periodo.

¿Un préstamo a 10 años es para ti?

Los préstamos a largo plazo son préstamos diseñados para hacer frente a grandes desembolsos de dinero o inversiones (la compra de una casa, de un coche, invertir dinero en una operación de negocio, etc.) que serían muy difícil devolver a corto plazo, como por ejemplo en uno o dos años.

Aunque no sea una tarea fácil decidir en cuánto tiempo deseas pagar tu préstamo, es un dato clave para no terminar en una situación de endeudamiento. Elige con cuánto tiempo necesitaría para la cancelación de la deuda, ya que puede llegar a condicionar tus créditos futuros y tu patrimonio, pues si llegara el caso de tener algún retraso en el pago de una cuota mensual, se te generarán intereses muy elevados que encarecerán la deuda.

Antes de lanzarte a la contratación de un préstamo a largo plazo, analiza de cuánto tiempo dispones para alcanzar el objetivo que te lleva a solicitar este préstamo. Realiza los cálculos necesarios para tener la situación bajo control en todo momento, y ten en cuenta que a más largo plazo, más riesgo para los bancos, por lo que cada cuota mensual será más cara.

Es importante que analices tu capacidad económica y las condiciones e intereses que este préstamo a largo plazo te ofrece. Dentro de los altos intereses que estos préstamos tienen, busca el que tenga los intereses (TIN) más bajos, y el que te permita realizar la amortización anticipada sin cobrarte intereses.

Aspectos a tener en cuenta al pedir un préstamo a 10 años

Cuando te enfrentas a un préstamo de estas características tienes que tener en cuenta que el futuro en ocasiones presentará eventualidades que no se pueden ignorar, y por ello tendrás que negociar con tu acreedor.

Tienes que tener claros ciertos aspectos:

  • Fíjate sobre todo en tu capacidad inicial para hacer frente a los primeros pagos. La economía a lo largo de los años puede cambiar, por eso la entidad realiza un estudio de solvencia. Pero tú tienes que ser el primero en considerar si vas a poder hacer frente a los pagos.
  • Ten en cuenta los plazos de amortización, si estos son prorrogables y cuál es el coste del impago, en caso de producirse. No serán los mismos cuando se trata de que te presten el importe a 10 años que uno a 5 años.
  • Conoce el número de cuotas, así como el interés (TIN), además de la comisión de apertura. Minimiza el riego, y si no eres capaz de contenerlo, la comisión encargada de evaluar el crédito puede guiarte antes de su aprobación. Tú quieres pagar y el banco o entidad de crédito quiere que le pagues, por tanto, debes entender esto como una colaboración.

Dónde adquirir un préstamo a 10 años

Los créditos a largo plazo son expedidos en su mayoría por la banca comercial, que es la que mayor capacidad de solvencia tiene, y la que a su vez puede contener en mayor medida la tasa de morosidad. Es con tu banco habitual con quien te conviene más negociar un préstamo de estas características.

Preguntas frecuentes sobre préstamos personales a 10 años

¿Se pueden pedir un préstamo personal a 10 años estando en ASNEF?

Si estás en un registros de morosos como es ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito), la respuesta es no. La gran mayoría de las entidades del mercado financiero dejan claro en la información de sus ofertas de crédito que es un requisito indispensable no estar en ASNEF.

Sin embargo, si haces uso de un inmueble para depositarlo como aval, alguna entidad como Sofkretit pueden llegar a prestar a sus clientes a 10 años.

¿Se puede solicitar un préstamo personal a 10 años estando jubilado y cobrando una pensión?

En principio sí, es posible. Pero tienes que tener en cuenta que la edad límite para pedir crédito en muchas entidades es de 75 años. Esto implica que, tu edad al terminar el plazo para devolver el importe no debe superar los 75 años.

Por tanto, si estás pensando solicitar este tipo de crédito a 10 años, como mucho deberías tener 65 años.

¿Se puede pedir un préstamo personal a 10 años sin nómina o trabajo?

Solo si cuentas con algún tipo de ingresos se puede pedir un préstamo personal a 10 años. No hace falta que sea una nómina, puede ser una pensión, una renta de alquiler o ser autónomo.

Eso sí, todo dependerá del estudio que realice la entidad en cuestión y si esta determina que eres solvente para asumir el crédito.

Simulador del importe real de los préstamos personales a 10 años

Introduce en un simulador de préstamos los datos de las diferentes ofertas de préstamos que encontrarás en el mercado financiero, para conocer y comparar el valor real de cada operación.

De esta forma podrás hacer el estudio de cada forma de crédito y elegir el que más te beneficie.

Prueba a visitar el sitio web de entidades bancarias como BBVA, El Santander o Bankinter y utiliza sus simuladores para calcular posibles hipotecas u otros productos de crédito. Otras entidades, como Caixabank, te ofrecen la posibilidad de rellenar un formulario de solicitud y recibir en una de las oficinas un presupuesto de estos tipos de productos.