Tipo de interes de un prestamo personal: todo lo que debes saber

Actualmente, los bancos y entidades de financiación cuentan con una amplia variedad de ofertas de préstamos personales, también conocidos como préstamos al consumo. Una opción de financiación a la que muchas personas suelen recurrir para comprar un coche, montar un negocio, reformar la casa, adquirir pequeños bienes, pagar una avería en la vivienda o pagar los estudios. Gastos que suponen un importante desembolso de dinero del que no disponen en ese momento y que no podemos pagar con nuestra nómina.

Normalmente, los préstamos personales ofrecen cantidades a medio camino entre la hipoteca y el préstamo rápido online, entre los 3.000 y los 100.000 euros, en función de cada caso. Pudiendo destinarse el dinero a casi cualquier uso o finalidad de consumo, ya sea laboral, de vivienda o personal. Es cierto que a pocas personas les gusta tener que pedir un préstamo, pero en algunos casos es la única forma de conseguir el dinero que necesitamos para afrontar las necesidades de nuestra vivienda y de nuestra vida diaria.

Generalmente, este tipo de préstamos suelen contar con unos tipos de interés bastante altos, pero si sabemos buscar y comparar, es posible que encontremos un crédito que se ajuste a nuestras circunstancias económicas y que nos salga lo más barato posible.

El tipo de interés de un préstamo personal es el coste de solicitar una cantidad de dinero prestada a una entidad financiera para devolverla dentro de un plazo acordado en el contrato. Es decir, los honorarios que los bancos o empresas de financiación cobran por tener acceso a una determinada cantidad de dinero y por darnos la facilidad de ir devolviéndolo en cuotas mensuales que nuestra nómina nos permita.

La cuestión es que no siempre contamos con toda la información necesaria para comparar entre préstamos y valorar si el contenido de la oferta que estamos barajando es realmente una buena opción o si es preferible continuar mirando otros préstamos antes de tomar la decisión final.

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¿Qué es el TIN y la TAE de los préstamos personales?

El tipo de interés de un crédito es uno de los porcentajes más importantes en el que debemos fijarnos cuando estamos buscando ofertas de financiación, ya sea para un préstamo personal, para una hipoteca o para cualquier otro tipo de crédito. En este sentido, hay dos porcentajes que nos ofrecerán toda la información que necesitamos para saber cuál es el total de interes que terminaremos pagando y si nos encontramos ante un buen préstamo. Estamos hablando del TIN y la TAE.

Tanto el TIN como el TAE son conceptos oficiales y se encuentran avalados por las autoridades financieras nacionales de cada país, aunque en cada territorio reciben una denominación distinta. TIN y TAE son las denominaciones que reciben en España, mientras que en Argentina, por ejemplo, son TNA (Tasa Nominal Anual) y la TEA (Tasa Efectiva Anual).

TIN

El TIN es el Tipo de Interés Nominal que nos indica la cantidad que el banco nos cobrará por concedernos el préstamo que necesitamos para poner en marcha nuestro proyecto o para afrontar algún imprevisto.  Se trata de interés propiamente dicho, la parte correspondiente al préstamo que el cliente deberá pagar por recibir la financiación.

Así pues, a la hora de valorar cualquier préstamo, es fundamental que nos fijemos en este parámetro. No obstante, el TIN por sí solo es un indicador incompleto si queremos saber la cantidad real que pagaremos en concepto de intereses, ya que la oferta puede incluir comisiones como la de apertura o la de estudio, y la contratación de algún producto extra que encarezca el precio total del préstamo. En este sentido, la TAE es un parámetro mucho más real.

En la actualidad, el TIN que se suele establecer normalmente para la concesión de un préstamo personal es de entre un 5% y un 10%, en función del banco y de las condiciones.

TAE

La Tasa Anual Equivalente es un dato que nos informa sobre el coste anual del préstamo, reflejando tanto el interés (TIN) como el coste por la comisión de apertura y de estudio, y por la contratación de productos de vinculación, como pueden ser las tarjetas de crédito o los seguros. Representa el coste efectivo en porcentaje del importe de la financiación.

Con lo cual, a la hora de comparar préstamos, la TAE es una referencia mucho más útil, ya que nos ayuda a hacernos una idea más cercana del coste total de la operación. Aun así, debes saber que la TAE no siempre incluye todos los datos, como por ejemplo si el banco nos va a conceder alguna bonificación por la contratación de algún producto de vinculación. A continuación te explicamos cuáles son los gastos que forman la suma total de un préstamo: capital prestado, comisiones y plazo de amortización.

• Capital prestado: la TAE tiene en cuenta la cantidad de dinero que se solicita en el préstamo, lo que tiene mucho peso en las comisiones, pues variarán según el capital concedido. Además, la suma que pagaremos en intereses tampoco será la misma si pedimos un crédito de 10.000 euros que si solicitamos uno de 30.000 euros.

• Las comisiones: la comisión de apertura o la de estudio son gastos que puede aplicar el banco por la concesión del préstamo. Pero además, las disposiciones del contrato pueden incluir un cargo por cancelación anticipada, ya sea total o parcial. La buena noticia es que, actualmente, es posible encontrar muchos bancos que no aplican este tipo de comisiones.

• Plazo de devolución: se trata del tiempo acordado para devolver el dinero del préstamo. Cuanto mayor sea el plazo, mayores serán los intereses que terminaremos pagando. Con lo cual, es un factor muy importante a tener en cuenta y que podemos investigar con detenimiento si nos fijamos en la TAE, que es donde se refleja.

En la publicidad de cualquier préstamo, la entidad financiera en cuestión suelen anunciar a bombo y platillo el TIN, sin tener en cuenta otros costes y comisiones relacionadas con el préstamo que pueden existir. Todos estos costes si se incluyen en la TAE, pero no en el TIN. Por esta razón, es fundamental fijarnos en la TAE.

De hecho, desde el año 1990, el Banco de España obliga a todas las entidades financieras a publicar los datos de la TAE en los anuncios de sus créditos, de modo que al cliente le resulte más fácil comparar entre distintas ofertas sin tener que estar realizando operaciones matemáticas complejas.

Como decíamos, la TAE se ajusta mucho más a la realidad que el TIN, proporcionándonos una información mucho más fiel sobre cuál será el coste real de nuestros préstamos. Es más, si nos fijamos únicamente en el TIN, podemos llegar a pensar que estamos contratando un producto más económico, cuando realmente puede haber comisiones ocultas que hagan que el coste final sea más alto que el de otras opciones de financiación del mercado. Por eso, los datos que nos ofrece la TAE constituyen un indicador mucho más real a la hora de comparar entre distintos préstamos.

¿Cómo saber los intereses que se pagan por un préstamo personal?

Para averiguar cuántos intereses terminaremos pagando a la entidad por nuestro préstamo personal, debemos sumar la cuota mensual a los meses y restar el capital inicial. Hay que tener en cuenta que el interés es el precio que pagaremos por el crédito, es decir, lo que tendremos que abonar por disponer de un dinero prestado, lo que no debe confundirse con el coste total del préstamo, que incluye, además del TIN, también otros gastos de la operación como las comisión de apertura y de estudio, si las hubiera, o los productos de vinculación. La suma total de todos estos elementos nos dará como resultado el precio total del préstamo.

Pongamos como ejemplo que necesitamos un crédito de 15.000 euros y que acordamos con el banco pagarlo en 48 meses al 5,95% TIN. Al final de la vida del préstamo, habremos pagado unos 1.892,72 euros de interés en total. El total del préstamo que acabaremos pagando, por tanto, son 16.892,72 euros.

Estos intereses se pagan dentro de la cuota mensual, que incluye el capital prestado y el interés. La cuota a pagar a la entidad es siempre la misma, pero el porcentaje correspondiente a cada uno de ellos va variando. Normalmente,  al principio de la vida del préstamo, el porcentaje de intereses del pago es mayor, y va descendiendo en favor del capital conforme vamos avanzando en los pagos. Este tipo de devolución es lo que se conoce como amortización francesa.

Para ver de qué forma el TIN y la TAE pueden sernos de utilidad a la hora de comparar préstamos y saber cuál es la cantidad que terminaremos pagando en concepto de interés y el coste real de los mismos, vamos a poner un ejemplo práctico. Pongamos el caso de que queremos solicitar un préstamo personal de 10.000 euros a devolver en un plazo de 36 meses y que estamos dudando entre dos entidades bancarias.

El primer banco nos hace una oferta de un préstamo a un 5% TIN y el segundo banco a un 6% TIN. En un primer momento, el interés del primer banco puede parecernos más atractivo, pero si no tenemos todos los datos, puede que nos equivoquemos al tomar la decisión.

Visitamos de nuevo las oficinas del primer banco para que nos den más información y averiguamos que nos cobran una comisión de apertura del 1,5%, por lo que la TAE sería de un 6,6%. Después, nos ponemos en contacto con el segundo banco y nos indican que no hay comisión de apertura, por lo que la TAE se queda en el 6,1%. Con estos datos, ¿con qué préstamo te quedarías entonces?

Como puedes ver, la búsqueda de un buen préstamo personal no es nada sencilla. Y es que, antes de tomar una decisión, es fundamental que tengamos toda la información y que tengamos en cuenta todos los parámetros para poder comparar con datos reales por delante.

¿Cuáles son los tipos de interés más habituales en los préstamos personales?

Uno de los factores clave para determinar si una entidad nos está proponiendo una buena oferta de financiación, es precisamente el precio que vamos a pagar por él sumando el capital, el interés y todos los costes asociados al préstamo. Si bien podemos encontrar una amplia variedad de ofertas y modalidades de tipos de interés, el Banco de España sitúa el interés medio de estos productos en el 6,54%.

Con lo cual, si el interés que nos ofrece el banco por el préstamo personal es bastante más alto de este tanto po ciento, podemos determinar que la oferta no es demasiado atractiva. Lo habitual es que el interés de un préstamo personal se mantenga en una horquilla de entre el 5% y el 10%, aunque puede variar en función de la cantidad de dinero solicitada, del plazo de amortización, del importe de las cuotas y del uso o la finalidad a la que se va a dedicar el crédito.

Lo normal es que la mayoría de los préstamos personales varíen entre el 7% y el 9% y cuando el tipo de interés es menor, normalmente suele venir asociado a determinados requisitos, como domiciliar la nómina o el pago de algunas comisiones extra, como la comisión de apertura, de cancelación o de estudio. Con lo cual, siempre debemos leer muy bien el contenido de la oferta antes de firmar cualquier contrato de financiación.

Incluso podemos encontrar ofertas de créditos con un TIN del 0%, especialmente en el terreno del préstamo rápido online. Pero lo cierto es que no es real, ya que nadie ofrece dinero gratis sin cobrar ningún tipo de interés. La trampa está en que incluyen recargos en otros aspectos, como la comisión de apertura o de estudio, o la obligación de contratar algunos productos vinculados a la entidad, como seguros o un plan de pensiones, por ejemplo.

Por el contrario, también hay entidades que conceden préstamos con un interés muy alto, incluso de hasta el 45%. Cada empresa establece sus propias políticas para garantizar el retorno del dinero a través de un intrés más alto o más bajo. Aunque, normalmente, este interés tan alto suele responder a créditos concedidos en operaciones de alto riesgo, como clientes sin nómina o cuyo nombre aparece en un fichero de morosos.

Pero además, hay que tener en cuenta que los bancos y entidades financieras tienen otros aspectos que se reflejan en la Tasa de Porcentaje Anual (APR). El elemento que más influye en los APRs es nuestro puntaje de crédito. Cuando un cliente tiene un puntaje de crédito más elevado, es posible conseguir préstamos con un tipo de interés nominal mucho más atractivo.

El banco quiere estar seguro de que sus clientes van a ser capaces de hacer frente a las cuotas del préstamo dentro de los plazos establecidos. Por este motivo, llevan a cabo un estudio de solvencia económica. Cuanta más confianza se tenga en el cliente, más probable será que se le ofrezca un buen tipo de interés en sus préstamos.

La APR promedio para un préstamo personal puede oscilar entre el 6% y el 36%. Un puntaje que puede variar según como el cliente maneje sus finanzas. Desafortunadamente, muchos clientes sin puntaje de crédito o con un historial de crédito limitado, generalmente tienen dificultades para conseguir un crédito a un interés bajo, por lo que sus APRs pueden llegar a ser de hasta el 400%.

En estos casos, una opción a la que se suele recurrir es la de solicitar un préstamo rápido online, productos ofertados por entidades financieras que no exigen tanta información a los clientes. Eso sí, la cantidad de dinero concedida no suele ser tan alta y el plazo de devolución suele ser mucho menor.

¿Cuándo se considera que un interés es abusivo?

Los intereses abusivos son aquellos que se establecen de manera excesiva y desproporcionada en un préstamo personal. En lo últimos años, son muchos los consumidores que han iniciado acciones judiciales contra su entidad bancaria para que se declaren nulas las cláusulas abusivas de sus préstamos.

Actualmente, la legislación española considera que los intereses son abusivos cuando son desproporcionadamente altos, tanto los remuneratorios (que se pagan por el dinero recibido en el préstamo) como por los de demora (penalización por el pago de las cuotas fuera de plazo).

En virtud del art.1 de la Ley de 23 de julio de 1908 sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios, es abusivo el tipo de interés aplicable del 24,51% TAE. Y, según la Sentencia 265/2015, de 25 de Marzo, del Tribunal Supremo, son abusivos los intereses de demora que superen en un 2% el tipo de interés remuneratorio pactado. Esto quiere decir que si estás pagando un préstamo personal al 6% de interés, más de un 8% de intereses de demora sería considerado abusivo.

¿Cuál es el mejor préstamo personal?

La respuesta a esta pregunta no es nada sencilla, ya que no todos los préstamos se ajustan bien a las necesidades y circunstancias de todos los clientes. Todo depende de cada caso concreto. Eso sí, siempre es preferible evitar aquellos créditos que incluyan comisión de apertura, de estudio o de cancelación, ya que no suelen ser los más baratos del mercado.

Pero además, de tener en cuenta las comisiones, es fundamental fijarse en si el préstamo tiene un tipo de interés fijo, variable o mixto, y si es necesario contratar algunos productos del banco para conseguir una rebaja en los intereses o simplemente para conseguir que nos concedan el préstamo. Incluso puede darse el caso de que tengamos que cumplir con algunos requisitos adicionales para ello, como domiciliar la nómina en una cuenta de la entidad o los recibos de la casa.

Y, por supuesto, como hemos venido diciendo a lo largo del artículo, aunque el TIN es un índice de gran relevancia, realmente el mejor parámetro para comparar el coste real entre varios préstamos es la TAE, donde se incluyen no sólo los intereses, sino también las comisiones  y demás costes relacionados con la operación. Y es que, aunque el TIN de un préstamo pueda parecer muy atractivo, si incluye algún tipo de comisión, puede que se dispare con respecto a otras opciones.

En resumidas cuentas, a la hora de analizar la oferta del préstamo, no debemos fijarnos solamente en el contenido referente al TIN, sino también en otros factores clave. Y, evidentemente, es fundamental que hagamos cuentas para saber si podremos hacer el pago de las cuotas mensuales con nuestra nómina o ingresos.